Lunes 22 de Mayo de 2023
Editorial
El Ministro de Energía ha compartido el diagnóstico sobre los desafíos del sector energético y redefinido -en función de éste- los énfasis y tiempos de la agenda legislativa y regulatoria que impulsará el Gobierno, dividida en trimestres o quarters.
A juicio de la autoridad, el país enfrenta dos importantes desafíos. El primero es tecnológico, consistente en la necesidad de incorporar tecnologías al sistema eléctrico con ciertos atributos como la flexibilidad e inercia, entre otros, y que tengan la característica de ser bajas o nulas en emisiones. El segundo desafío es de infraestructura, tanto a nivel de los sistemas de transmisión como en la red de distribución.
En este contexto, el Ministerio de Energía ha dado prioridad a la tarea de concluir la tramitación del Proyecto de Ley que impulsa las energías renovables en la matriz eléctrica nacional, iniciado por la administración anterior y que este gobierno decidió continuar modificando algunos aspectos a través de indicaciones legislativas.
El Proyecto de Ley fue aprobado por la Cámara de Diputados el pasado 3 de abril, por amplia mayoría, pasando al Senado para su segundo trámite constitucional. Si bien el objetivo declarado de la autoridad era finalizarlo durante el primer trimestre del año, lo cierto es que restan varios meses aún para su aprobación definitiva.
Siguiendo con la agenda legislativa informada por el Ministro Pardow, el segundo quarter se centrará ahora en los desafíos de infraestructura. Allí destacó el Proyecto de Ley que se ha denominado de transición energética, que busca resolver algunos nudos de la planificación y desarrollo de la transmisión, además de proveer mas herramientas para obras urgentes y cuyos 3 pilares o ejes -desarrollo eficiente de la red, planificación y cambio climático y fomento de la competencia y almacenamiento- fueron presentadas a los gremios el pasado 6 de abril.
Lo novedoso del anuncio fue la idea de modificar el artículo 7 de la LGSE relativa a la prohibición de la integración vertical en la industria, para permitir que todos los actores -incluyendo transmisores- participen en la generación.
En la segunda mitad del año se abordaría el mercado de corto plazo y de los servicios complementarios para permitir que las ERNC sean protagonistas. Mientras el tercer trimestre se orientaría a generar consensos en torno a la actual problemática del mercado de corto plazo -que ocupa constantemente espacio en los medios de comunicación-, el cuarto se dedicaría al diseño de los cambios estructurales.
Todo ello, considerando tambien los compromisos existentes en materia de Gas Natural, Gas Licuado y Sistemas Aislados.
Esta ambiciosa hoja de ruta legislativa y regulatoria requerirá de una adecuada gestión política y técnica porque estará sujeta a revisión, como ya ha ocurrido. Y es determinante apuntar que -hasta el momento- la gran ausente en la agenda es la esperada reforma a la distribución.
